Aunque todo mundo quiere un Casio, no cualquiera puede tener un Rolex
Entre mujeres hay niveles, desafortunadamente al hombre le gusta cambiar lo más por lo menos, pues cuando el reto es grande, él se achica, y echa todo a perder
La polémica desatada por la separación entre Shakira y Gerard Piqué es un tema caliente del que se sigue hablando con mucha intensidad, y una de sus líneas más representativas es aquella en donde dice: “Cambiaste un Rolex por un Casio”, lo cual hizo que la compañía de este último reaccionara al respecto, y de ahí en adelante se ha vuelto el cuento de nunca acabar.
Y es que aunque todo mundo quiere un Casio, no cualquiera puede tener un Rolex, pues Casio ha sido una marca comercial que fácilmente puede estar al alcance de muchas personas, pero de Rolex no se puede decir lo mismo; en fin, este no es un tema de relojes a discutir.
Cuando Shakira hace este tipo de comparaciones, igual que como lo hizo con los autos donde menciona uno de baja calidad con otro totalmente opuesto “Cambiaste un Ferrari por un Twingo”, la cantante colombiana hacía referencia a que entre mujeres existen niveles, poniéndose ella misma como la más; es decir, una gran mujer a la que cambiaron por otra que desde su punto de vista, no le llega ni a los talones.
Y es que desafortunadamente, esto no es exclusivo de la gente famosa, también sucede de manera convencional en millones y millones de relaciones donde el hombre viene cambiando a su esposa por alguien que verdaderamente no está a su altura, y como consecuencia, lo pierde todo; su casa, su esposa y hasta sus hijos, pero por alguna extraña y enferma razón, así actúan la gran mayoría de ellos, y para arriesgarse no se la piensan demasiado.
¿Qué clase de mujer puede compararse con un Rolex? evidentemente no cualquiera, una mujer que llegue a compararse con un Rolex es aquella que además de tener clase y categoría, es independiente, segura de sí misma, refinada, amorosa, trabajadora, una mujer que se supera a si misma y que no teme ir escalando nuevos niveles.
La mujer que se compara con un Rolex no se olvida de su esencia, es valiosa y le aporta valor a la vida de los demás, y por si fuera poco, no cambia sus sueños, sus objetivos y sus ambiciones por nada ni nadie; la mujer que es comparada con un Rolex sabe que su prioridad más grande es ella misma, y que si alguien no está a su altura, jamás se agachará, pues podría caer su corona.