Hay padrastros que hacen mucho más que un padre biológico
Dicen que padre no es el que engendra, es el que cría, y hay padrastros que son más padres que el biológico que decidió darles la espalda, se esfuerza más por la familia
Hay muchas historias en las cuales a los padrastros los pintan como los villanos de la historia, aquellos que buscan deshacerse de los herederos de sus parejas y el que llega destruyendo esa unión con sus madres, pero no todos son de esa manera, hay padrastros buenos y que merecen reconocimiento, porque hacen mucho más que un padre biológico.
Ya lo dice esa frase reconocida, padre es el que cría, no el que engendra, y es que es muy fácil tener hijos, lo complicado es quedarse para cuidarlos, educarlos, guiarlos, amarlos, y no cualquiera acepta ese reto, pero hay padrastros que toman esa responsabilidad y hacen mucho más que un padre biológico, están ahí apoyando, aconsejando y amando incondicionalmente.
No comparten los lazos sanguíneos, pero hay padrastros que por esos hijos que no son suyos, se esfuerzan, luchan, brindan respaldo y poco a poco se van ganando el cariño, respeto y admiración de esos hijos que no tienen su ADN, pero sí que le han hecho espacio en su corazón, porque se lo ha ganado con su bondad, su empatía y su paciencia.
A los padrastros en muchas historias se les pinta como los malos del cuento, aquellos que tratan mal a los hijos de su pareja hasta fastidiarlos para terminar alejándolos de su madre y así quedarse él con toda su atención, pero también hay otra versión de la historia en donde existen padrastros que merecen tener un lugar en la familia y que merecen un reconocimiento especial.
Para una madre soltera es muy complicado volver a estar con alguien más, no puede darse el lujo de meter a cualquiera bajo el mismo techo en el que están sus hijos, en el peor de los escenarios sería algo catastrófico, por eso debe conocer bien a ese hombre que le ha gustado, que le ha prometido amor y con el que cupido le da una nueva oportunidad.
Hay hombres de gran corazón a quienes no les importa los dimes y diretes, los señalamientos o los comentarios en su contra cuando acepta una relación con una madre soltera y se hace cargo de sus hijos, los toma como propios, no hace distinción, no hace menos, no trata mal, al contrario, los ama y aunque no compartan su sangre, los hace parte de su vida.
Esos padrastros son los que merecen reconocimiento, quienes hacen más que el propio padre biológico que quizá ni se acuerda que tiene hijos, que se ha mantenido ausente y que se ha olvidado de cumplir con sus obligaciones, el padrastro se compromete y se mantiene ahí siendo el mejor ejemplo posible para esos niños que necesitan de amor, atención y paciencia.
Un padrastro puede ser esa imagen de buen padre que no le pudo ofrecer un padre biológico ausente, irresponsable, inestable o egoísta, se esmera por estar ahí cuando se le necesita, brindando ayuda, haciéndole sentir a esos hijos que no están solos y que pueden contar con él en todo momento y en cualquier circunstancia.
Para ser un buen padrastro, hay que asumir junto a la madre un rol de liderazgo en la familia, pero también es aprender a aceptar a los hijos con todo y sus cualidades, defectos, virtudes y limitaciones, y no querer imponerse por la fuerza, es dejar que las acciones hablen, que el amor se sienta y así el respeto, el cariño y la admiración irán surgiendo