Vídeo conmovedor: Este chimpancé de 59 años se despide de un viejo amigo
Parecía que no le quedaba energía, hasta que su viejo amigo vino a despedirse.
La esperanza de vida media de un chimpancé en cautiverio es de 32,5 años para los machos y de 40,1 años para las hembras. Teniendo esto en cuenta, te darás cuenta de que este chimpancé era muy viejo. Había llegado a la madura edad de 59 años.
Desafortunadamente, parecía que el final estaba cerca para ella. No se sentía bien y había dejado de comer. Apenas le quedaba energía y pasaba sus días tirada, lista para morir. Para animarla, el zoológico en el que vivía decidió invitar a un viejo amigo suyo a visitarla.
Su reacción fue extremadamente emotiva y desgarradora. Muestra que los primates como los chimpancés son tan capaces de formar conexiones emocionales como nosotros. Hoy te mostraremos lo que sucedió cuando su vieja amiga la visitó en su lecho de muerte.
Mama
El chimpancé del que estamos hablando se llamaba Mama. Era uno de los chimpancés vivos más viejas del continente europeo. Su edad, 59 años, se considera extremadamente mayor para un chimpancé. Mama nació en la naturaleza en 1957, después de lo cual pasó su juventud en un zoológico en Leipzig.
En 1971, Mama fue trasladada a un zoológico en Arnhem en los Países Bajos, junto con los chimpancés Gorilla y Franje. Allí formaron una nueva colonia de chimpancés que sería mundialmente famosa. Fueron el primer ejemplo de varios chimpancés adultos viviendo en el mismo recinto. Este fue un desarrollo innovador.
Mama se acercó mucho a uno de sus cuidadores: Jan van Hooff.
Jan van Hooff
Jan van Hooff es un biólogo holandés mejor conocido por su investigación con primates. Su abuelo fue el fundador del zoológico de Arnhem, por lo que pasó mucho tiempo allí. Aquí es donde conoció a Mama, el chimpancé. La conoció por primera vez en 1972, un año después de que ella se mudara al zoológico. Fueron buenos amigos hasta su muerte en 2016. Antes de morir, van Hooff visitó a Mama una vez más. Esto fue capturado en video y es extremadamente conmovedor.
La amistad extraordinaria
Jan van Hooff tiene buenos recuerdos de Mama, el chimpancé: «Muchas personas a las que he mostrado, después de conferencias y cursos, la conocían. Luego, cuando llegábamos al recinto, Mama corría hacia mí desde los rincones más lejanos para saludarme emocionada desde el otro lado del canal, al estilo de un chimpancé, con un fuerte jadeo ‘¡oh oh!’. En el último año se ha vuelto cada vez más difícil. Le tomó más y más tiempo antes de tropezar con el foso. La extrañaré absolutamente
Mama no está muy bien.
Estaba claro para sus cuidadores: Mama no estaba muy bien. Esperaban que falleciera pronto, especialmente porque había comenzado a rechazar la comida. Todo lo que hacía era deambular por el lugar. Estaban desconsolados, porque ella había sido una parte muy importante de la colonia de chimpancés en el zoológico.
Invitando a su viejo amigo
El zoológico contactó a Jan van Hooff y le informó sobre la situación. No podía creer lo que escuchaba. Su buena vieja amiga, Mama, se moría… Jan estaba desconsolado. Cuando el zoológico le preguntó si quería visitarla por última vez, no tuvo que pensarlo dos veces. Se montó en su coche y se dirigió al zoológico.
Sin energía
Los cuidadores llevaron a Jan van Hooff, ahora de 80 años, al recinto privado. Allí estaba ella: Mama el chimpancé. Estaba tirada en el suelo, aparentemente sin energía. Los cuidadores le dijeron a Jan que se negaba a comer y que parecía que su fin estaba cerca
La reunión
Al principio, la matriarca chimpancé no se dio cuenta de quién era Jan. Cuando trató de darle de comer una uva, ella no quiso comérsela. Cuando finalmente decidió mirar hacia arriba y ver quién la estaba acariciando, inmediatamente se dio cuenta de que era su viejo amigo Jan van Hooff. Una sonrisa radiante aparece instantáneamente en su rostro. Es extremadamente conmovedor ver lo contenta que está de verlo.
Feliz
Su rostro se ilumina inmediatamente. Aunque no se siente bien, ahora está en compañía de la persona que más ama en el mundo. Aunque los dos no se han visto en mucho tiempo, ella sabe perfectamente quién es Jan. Ella comienza a tocar suavemente la cara de Jan, que es una expresión notablemente humana que muestra cuánto lo ha extrañado.
Lazo especial
Los dos se conocen desde 1972 y formaron un vínculo especial. La presencia de Jan parece revitalizar a la anciana chimpancé, que ahora empieza a aceptar la comida. Hablan, se abrazan y se cuidan como viejos amigos compartiendo recuerdos. Se puede ver el amor entre los dos. Es una exhibición extremadamente única que muestra cuán notablemente parecidos a los humanos son los chimpancés.
Abrazos y besos
Mamá acerca a Jan y lo abraza y lo besa, a pesar de que había estado aletargada durante días. A ella no le importa estar cansada: necesita demostrarle cuánto lo ama. Y Jan también la ama, como es evidente en la forma en que interactúa con el anciano chimpancé. Es realmente conmovedor.
Cansada
Después de unos cinco minutos de afecto, las reservas de energía de mamá están al mínimo. Abraza a Jan por última vez y vuelve a acostarse. Una semana después, ella falleció. Estamos muy contentos de que los dos viejos amigos se hayan podido ver por última vez, ya que se conocen desde hace 44 años. Tenían un vínculo muy especial, como se puede ver en la forma en que interactúan entre sí.
Vídeo
Mira el video a continuación, en el que puedes ver los eventos tal como los describimos en las páginas anteriores. Es un video muy emotivo y conmovedor, que seguramente te alegrará el día. Si has disfrutado de este video, asegúrate de ver algunas de las otras historias conmovedoras que se pueden encontrar en nuestra página web
